LA HAPTONOMÍA PARA NOSOTROS...

La haptonomía con nuestra hija Solène nos ha permitido disfrutar de su presencia mucho antes de que naciera, comunicándonos con ella a través de juegos muy cariñosos en que su padre y yo le invitábamos a participar.

El notar sus respuestas tan activas nos hacía sentir muy cercanos a  ella y era muy emocionante.

Además, el saber que esta comunicación tan agradable y positiva iba a proporcionarle mucho bien, nos hacía sentir más felices aún...

Y es verdad que nació una niña muy segura de sí misma, activa, extrovertida y muy atraída por el contacto humano. Su forma de mirar a la gente desde su primer día de vida ha sido lo más espectacular y su habilidad a la hora de expresarse, lo más destacable, hasta ahora... Porque estamos convencidos de que todos los pequeños esfuerzos (con tantas gratificaciones) que nos ha supuesto practicar y vivir la haptonomía con ella, van a seguir siendo recompensados mil veces.

Su gran curiosidad y rapidez a la hora de captar ideas, mensajes o gestos nos asombra todos los días y esperamos que toda la dulzura y cariño que dedica a sus muñecos también seguirá existiendo con su hermanito... aunque ya le da besitos y caricias a través de la tripa de su mamá.

Por supuesto, este bebé también se beneficiará (y ya hemos empezado) de todas las maravillas que el acompañamiento haptonómico supone, tanto para el niño como para los padres.

Y es que mis dos embarazos han ido estupendamente y a la hora del parto, gracias al acompañamiento que seguimos y con todos los movimientos y gestos tan cariñosos y efectivos que pudo poner en práctica mi marido, logré controlar la situación con mucha calma. Tuve la suerte de poder vivir estos momentos de forma relajada, sin miedos ni desagrados y gracias a ello, tengo un recuerdo maravilloso del día del nacimiento de Solène (aunque sin anestesia alguna y unas contracciones aceleradas por la oxitocina, por traer el líquido amniótico teñido). Este día fue como los nueve meses anteriores: positivo, tranquilo y sin problema alguno... al igual que el postparto: dos días después de dar a luz, estaba sentada en mi casa, sentada "a lo indio" (en posición de sastre: con las piernas cruzadas) y empezando una lactancia con mucha ilusión y buenos resultados...

Confío en que, para este bebé que llegará en mayo, todo transcurra de manera tan positiva, natural y bella como fue y sigue siendo con su hermanita.

Gaëtane

Los padres muestran aquí como la haptonomía les ha permitido comunicarse y "...disfrutar de su presencia mucho antes de que naciera... a través de juegos muy cariñosos en que su padre y yo le invitábamos a participar". Esto es exactamente lo que se busca a través del acompañamiento haptonómico prenatal y es expresado sencilla y claramente por los padres, transparentemente. Por ello notan: "... sus respuestas tan activas..." y se sienten "...  muy cercanos a ella...", lo que resulta "... muy emocionante".

Nos dicen que esta comunicación, además de ser "... tan agradable y positiva... "  va a "...  proporcionarle mucho bien...", lo que les hace sentirse "... más felices aún...". Expresión de la felicidad y del placer del contacto haptonómico y del reconocimiento del Bien que representan los padres para su hijo. No olvidemos que en todo contacto afectivo haptonómico, precisamente, lo que se desarrolla es esa capacidad de vivir la felicidad y dar el Bien.

Como consecuencia "...  nació una niña muy segura de sí misma, activa, extrovertida y muy atraída por el contacto humano...", es decir, con autonomía y seguridad interna o de base. Por ello " su forma de mirar a la gente desde su primer día de vida ha sido lo más espectacular y su habilidad a la hora de expresarse, lo más destacable, hasta ahora...". Este comportamiento, esta socialización precoz, es una manifestación típica de los bebés acompañados que desemboca en "...Su gran curiosidad y rapidez a la hora de captar ideas, mensajes o gestos..." que les "...asombra todos los días...".

Por ello no les importan "... todos los pequeños esfuerzos (con tantas gratificaciones) que nos ha supuesto practicar y vivir la haptonomía con ella ...".

Todo lo anterior tan clara y emotivamente sentido y vivido les da fuerzas, les impulsa a iniciar un acompañamiento con el nuevo bebé en gestación, por lo que "... este bebé también se beneficiará...  de todas las maravillas del acompañamiento haptonómico, tanto para el niño como para los padres". Aquí nos manifiestan que no solamente perciben los beneficios para el bebé sino también para ellos mismos.

El resultado: "... mis dos embarazos han ido estupendamente... y a la hora del parto, gracias al acompañamiento que seguimos y con todos los movimientos y gestos tan cariñosos y efectivos que pudo poner en práctica mi marido, logré controlar la situación con mucha calma...".  La madre nos manifiesta la ayuda del padre, pieza fundamental en el momento del nacimiento para colaborar con la madre y facilitar la entrada del bebé a la vida aérea. El parto se vive de forma positiva, sin tensiones, pudo "... vivir estos momentos de forma relajada, sin miedos ni desagrados...",  por lo que le queda "... un recuerdo maravilloso del día del nacimiento de Solène (aunque sin anestesia alguna y unas contracciones aceleradas por la oxitocina, por traer el líquido amniótico teñido)". Y esta sensación positiva, vivida durante el embarazo, se mantiene en el postparto y lactancia: "Este día fue como los nueve meses anteriores: positivo, tranquilo y sin problema alguno... al igual que el postparto: dos días después de dar a luz, estaba sentada en mi casa, sentada "a lo indio" (en posición de sastre: con las piernas cruzadas) y empezando una lactancia con mucha ilusión y buenos resultados".

Destaca la rápida recuperación de la madre durante el período puerperal.

En resumen, esta madre describe sencillamente toda la profundidad del acompañamiento haptonómico, no precisando de muchos comentarios.