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ACOMPAÑAMIENTO AFECTIVO HAPTONÓMICO EN UN CASO DE GEMELOS

Cuando me dijeron que llevaba gemelos casi me caigo del susto... Criar a dos hijos a la vez... me provocaba miedo, que se acrecentó al consultar por internet: parto prematuro, bajo peso, parto complicado, posible cesárea...
Mi tocólogo me tranquilizó diciéndome que me controlarían en Alto Riesgo para prevenir cualquier tipo de complicación y que me darían una baja prematura para intentar que los niños aguantaran en el útero el mayor tiempo posible.
En el quinto mes tenía una barriga importante y muchas molestias en la espalda y en el vientre que se ponía duro de vez en cuando, pero los movimientos de los niños me daban una alegría especial. Seguía teniendo miedo pero estaba más confiada y dejé de consultar al Dr. Google. Es equipo que me atendía era amable y me daba confianza. Una cosa me preocupaba: que nacieran antes de tiempo y fueran a la incubadora y que en las ecografías uno de ellos tenía menos peso, pero me dijeron que no me preocupara porque eso ocurría en la mayoría de los embarazos gemelares y no había ningún problema con las placentas.
Mi matrona me habló de la haptonomía y de los beneficios que tendría para mí y para los niños.
En la primera sesión de haptonomía, aunque era algo escéptica, la matrona que me atendió aumentó mi seguridad. Tras explicarme los beneficios para mi embarazo gemelar me tumbé en la camilla con el vientre al descubierto y ella me tocó con sus manos cálidas y me hizo sentir cómo la tensión de mi vientre desaparecía y podía tocar a mis bebés. Sentí una sensación de bienestar y de alegría y podía diferenciar claramente los movimientos de cada uno de los niños.
Me dijo que gracias a ese cambio de tensión... los niños tendrían más espacio y estarían más cómodos y que la placenta recibiría mejor el oxígeno y la alimentación y que ese cambio de tensión favorecía que yo pudiera aguantar más tiempo. Me gustó mucho eso del espacio y que cuando se refería a mi útero hablaba de regazo, regazo afectivo donde vivían mis hijos.
Enseñó a mi marido a darme la misma sensación y sentía que él se implicaba más en mi embarazo. Lo que no entendía era cómo podía conseguir lo mismo en casa sin la matrona... pero en casa funcionaba también y cada vez notábamos mejor a nuestros bebés que se movían mucho y parecía gustarles ese contacto. Y cómo cuando se me ponía la tripa dura yo era capaz sola o con mi marido de cambiar la situación. Esa primera sesión fue muy emocionante.
En las siguientes sesiones enseñó a mi marido muchos ejercicios que me daban bienestar y hacían que las molestias desapareciesen.
Otra preocupación que tenía era que notaba que el niño que tenía más abajo parecía como aplastado por el otro y que no tenía espacio. Pero la matrona me enseñaba
Lo asombroso fue que en las siguientes ecografías los niños casi pesaban lo mismo y que me habían desaparecido los temores. Solo faltaba el parto, pero las semanas iban pasando y los niños se mostraban muy activos y sus movimientos ya no me molestaban. Nos enseñó a jugar con cada uno de los gemelos por separado y juntos a la vez.
El parto llegó a las 35 semanas, ya casi no podía con mi barriga, fue normal y pesaron 2850 y 2950. Eran unos niños sanos y fuertotes y no fueron a la incubadora, además cuando los ví por primera vez era como si les conociera desde hacía mucho tiempo y ellos nos conocieran a nosotros.
Todos mis temores habían desaparecido y ahora mis hijos que tienen seis meses están muy sanos. El pedíatra me dice que van muy bien y son muy curiosos y algo gamberretes.
Sinceramente creo que ha sido una experiencia maravillosa que me ha dado la oportunidad preciosa de jugar y dar ternura a mis hijos antes del nacimiento y que me ha ayudado a superar mis temores y angustias, que pasaron a ser momentos de juego y felicidad. Y la participación del padre en todo el embarazo ha sido muy grata para él y para mí.


                                                                           A.M.P. 2013


COMENTARIO
Efectivamente, el acompañamiento haptonómico, no solamente busca una comunicación afectiva de los padres con los bebés que resulta muy agradable y confirmante y permite el desarrollo de la autonomía, sino que gracias a los cambios en el tono muscular y de las articulaciones favorece el bienestar de la madre y la disminución de las molestias y complicaciones.
Ese cambio de tono muscular permite que la madre sepa aliviar la tensión de su útero (regazo) y eliminar la sensación de bloqueo que tienen muchas madres y que les preocupa, aunque la manifiestan pocas veces, porque los profesionales les dicen que es normal y que si no hay contracciones rítmicas no pasa nada.
Muchos acompañamientos haptonómicos de embarazos múltiples nos han demostrado su eficacia en la prevención de la prematuridad y es notable el hecho de que en la práctica mayoría de los casos los bebés alcanzan el parto con pesos similares, aunque al principio tuvieran notables diferencias. Esto se ha demostrado incluso en los casos de transfusión feto-fetal, complicación que puede ocurrir en los embarazos gemelares y que provoca que mientras el uno se desarrolla bien el otro tenga un importante retraso de su crecimiento.
La madre describe claramente sus temores y cómo el acompañamiento los disminuye y cambia la situación inicialmente negativa por otra positiva.
En el mundo actual... el control del embarazo está muy medicalizado, también el parto. Esto aporta seguridad a los padres, pero no siempre es bien vivido por ellos que se sienten tratados como objetos. En los embarazos de alto riesgo y particularmente en los gemelares, muchos padres, generalmente mal informados (por el exceso de información disponible) viven sus embarazos como si fueran patológicos, sobre todo si proceden de técnicas de reproducción asistida y están más preocupados del resultado de las pruebas y ecografías que de dar afecto a sus hijos y vivir el embarazo con la serenidad y tranquilidad necesarias.
El acompañamiento haptonómico les permite salir de esa situación de "pacientes" y ser activos en la afectividad, dejando la "medicina" para los profesionales y viviendo su embarazo con gozo y despreocupación, evitando la angustia y disfrutando de esos meses tan especiales que anteceden al nacimiento de un bebé o varios.
Seguramente la angustia de los padres, y sobre todo la dela madre tiene efectos negativos sobre los bebés intraútero, por lo que consideramos de gran importancia que los padres puedan vivir sus embarazos sin tensiones y de forma positiva y es en esos casos, los embarazos patológicos y los de alto riesgo dónde la haptonomía más puede ayudar.
La base dela haptonomía es vivir el bien del otro y que el otro viva nuestro bien y eso es fundamental para un buen desarrollo emocional y afectivo de los bebés como lo demuestran los bebés bien acompañados. El acompañamiento haptonómico se muestra preventivo de las situaciones emocionales negativas que pueden generar engramas negativos que pueden afectar a los niños en el futuro.

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