Embarazo tras cirugía uterina

CAMINO DE SANTIAGO

Mi llegada a la consulta de haptonomía no fue por casualidad, ya que la casualidad no existe, como muy bien comprendí hace mucho tiempo. Todas las cosas en el mundo están interconectadas en sí y todas forman parte del camino que tenemos que recorrer paso a paso y lección tras lección.
Hace cuatro años me enfrenté a una lección dura y descubrí con gran dolor lo que significaba perder a un hijo deseado y, ¿quién sabía?, si la oportunidad de dar a luz algún día. Después de una interrupción voluntaria de embarazo me tenía que someter a una miomectomía^I múltiple y no descartaban en ella una histerectomía^II con doble anexectomía^III. En aquellos momentos de profundo dolor no sentía una mutilación solo del cuerpo sino también del alma, ¿cómo podía yo sobrevivir a que me vaciasen^IV, cómo poder superar este abismo?.
Una voz interior me decía: ¡lucha, pelea por la vida! y por ella puse a prueba mi fuerza y comencé a crecer. Con un ¡ahora o nunca!, comencé a caminar por el camino de las estrellas^V, del espíritu, de la Vía Láctea^VI y prometí: "Iré hasta donde me permitan llegar..."
Mi marido me acompañó en algunas etapas en este viaje, otras eran sólo mías, otras serán solo de él y otras serán de nuestra hija.
Supe de la Jornada de Haptonomía del pasado año 2000 en Zaragoza, hubiera querido asistir, pero no lo hice por estar realizando un postgrado en Medicina Natural que coincidía en el tiempo. Pero sí pudimos ir, mi marido y yo, a buscar allí  a una amiga con la que desde la infancia hemos compartido juegos, risas, confidencias, alegrías y penas y a la que me unen muchas aficiones e inquietudes.
Alguien a quien no conocíamos nos invitó a esperarla dentro de la Sala de Conferencias. En el momento en que entrábamos el Dr. J. Robert decía que "algunas veces una mujer puede tener dificultades durante su embarazo e incluso no conseguirlo por no haber realizado un proceso de duelo después de una experiencia traumática, sobre todo tras la pérdida de un hijo durante el embarazo o parto o tras un aborto espontáneo o voluntario".  Ambos empezamos a llorar en silencio, sin mirarnos, nos dimos la mano y quedó en el tintero lo que habíamos escuchado.
Así fue como una amistad profunda y verdadera, igual de profunda que nuestro dolor abrió sin proponérselo nuestros ojos, o tal vez nuestros oídos.
Dicen que a la vida hay que entregarle lo que ella te dio antes, plantando un árbol, teniendo un hijo y escribiendo un libro.
Con mi amiga planté nuestro primer árbol en la más tierna infancia y ella me llevó al punto de partida de lo que iba a ser mi primera hija.
Retrasé el descubrir la haptonomía hasta que la medicina convencional me propuso unas técnicas nada de acuerdo con mi forma de ser y de pensar. Así que decidimos consultar si la haptonomía nos podía ayudar a concebir un hijo^VII.
A los quince días justos de la última sesión de descubrimiento de la haptonomía quedé embarazada, el parto no fue como hubiéramos deseado, ya que me practicaron una cesárea, pero lejos esta vez de romper conexiones internas, restauraron todo aquello que el tiempo pasado rompió y me vi felizmente con una niña en brazos, su nombre significa "la que te hará feliz" y es la mayor bendición que ha llegado a nuestras vidas.
Hoy me siento en el Monte del Gozo^VIII, con la misma sensación del que hace cumbre y ve todo lo que está por debajo, pero también por encima y sus ojos se pierden en el horizonte.
En los brillantes ojos de mi hija veo la profundidad de la vida y siento que la vida es valiosa y merece la pena dar siempre un paso más, ya que puede que sea éste el que te haga ver las estrellas de la Vía Láctea que las lágrimas derramadas en otro tiempo te impidieron ver.

B.C.
 Zaragoza, 20-11-2001

I..- La miomectomía es una intervención ginecológica en la que se extirpa uno o varios miomas o fibromas (tumores benignos del útero) respetando la integridad del útero, que de esta forma permite a la mujer, si es su deseo, intentar posteriores gestaciones.
II..- La histerectomía consiste en la extirpación quirúrgica del útero, puede ser total o parcial, pero la consecuencia inmediata que preocupa en este caso es la pérdida de fertilidad de forma irreversible.
III.- La anexectomía es la extirpación de un ovario, o de los dos; si ésta es doble, conlleva tanto la pérdida de fertilidad como la instauración de una menopausia precoz iatrogénica.
IV.- Con el término “vaciar”  se denomina vulgarmente a la histerectomía, con o sin anexectomía. Es un término semánticamente agresivo, ya que al implicar la pérdida de la fertilidad (y de órganos exclusivamente femeninos) suponen una cierta pérdida de la femineidad. Creemos que hay que ser muy cautos en el empleo de este término hosco y hostil como manifiesta la autora al hablar de “mutilación” del cuerpo y del alma.
V.- El camino de las estrellas se refiere a la Vía Láctea, tanto por ser una constelación, como por indicar la dirección en la que se encuentra Santiago de Compostela, meta de la Ruta Jacobea. Compostela deriva del latín campus stellae pues según la tradición el cuerpo del apóstol Santiago se encontró en un campo cercano a esta ciudad, cuando un campesino vio caer una estrella al suelo.
VI.- Constelación del hemisferio Norte, fácilmente identificable en nuestras noches, que recorre el cielo de este a oeste coincidiendo con el recorrido del Camino de Santiago o Ruta Jacobea en nuestro país y que ha servido de orientación a millares de peregrinos durante varios siglos. La Vía Láctea, se comprenderá, tiene en nuestro país un simbolismo especial.
VII.- Se refiere a técnicas de reproducción asistida.
VIII.- El Monte del Gozo es una colina desde la que los peregrinos del Camino de Santiago ven por primera vez esta ciudad, la meta de su peregrinaje. Su nombre se debe a la sensación placentera que experimentaban al llegar a este lugar tras las largas y arduas jornadas pasadas. Hoy en día las construcciones realizadas quitan un poco del encanto...

En este caso, aunque sea anecdóticamente, vemos un fruto de la Jornada de Zaragoza, y sólo por este motivo ya hubiera sido suficiente causa el haberla organizado.
La madre hace una bella comparación entre su peregrinación por el Camino de Santiago y su camino por la vida hasta conseguir la hija deseada, por ello utiliza frecuentes alegorías como la Vía Láctea y sus estrellas que servían de orientación a los caminantes y el Monte del Gozo, montículo desde el que se divisa Santiago de Compostela por primera vez y que produce esa sensación en los agotados caminantes.
Conocemos, los que trabajamos en el embarazo y en haptonomía, la influencia nociva de los duelos no vividos o mal vividos en las futuras gestaciones y aún en las siguientes como nos describe la Dra. C. DOLTO*. A veces son causa de una infertilidad a la que calificamos de psicológica. En este caso los padres, una vez agotados todos los recursos, rechazan las técnicas de reproducción asistida y solicitan ayuda desde el acompañamiento haptonómico. Antes de empezar las tres sesiones de descubrimiento se les expone que un acompañamiento haptonómico prepara (ver el artículo: “Acerca de la paternidad en el contexto del acompañamiento haptonómico perinatal”, entrevista de Raymond BELAICHE a Frans VELDMAN** los órganos genitales, auténticos regazos y nidos de amor, para recibir al nuevo ser en las mejores condiciones fisiológicas y hormonales, tanto en las gestaciones espontáneas como en las conseguidas mediante reproducción asistida en cualquiera de sus variantes. Una vez realizadas estas sesiones de descubrimiento la gestación se obtiene espontáneamente una gestación como fruto de un acto de amor consciente. Y se inicia desde el principio del embarazo un acompañamiento haptonómico tendente a conseguir una gestación fisiológica. Hay que tener en cuenta que en este caso se trataba de un útero que había sufrido varias intervenciones, por lo que el embarazo es considerado de alto riesgo por temor a la posibilidad de un nacimiento prematuro que terminará en cesárea para evitar un riesgo de rotura uterina en un útero muy debilitado. El acompañamiento se realiza del modo habitual y el cambio de tono muscular típico del contacto afectivo thymotáctil propio de la haptonomía consigue evitar las contracciones durante el embarazo, pudiendo la madre hacer una vida normal, incluso trabajando de enfermera, hasta el final de la gestación sin necesidad de emplear medicamentos uteroinhibidores (medicamentos que se emplean corrientemente para disminuir las contracciones y evitar un parto prematuro). El nacimiento se produce por cesárea en la semana 38 tras una ruptura prematura de la bolsa de las aguas.

* Dolto C. “La haptonomía perinatal, educación precoz”. En: “El acompañamiento afectivo haptonómico desde la concepción hasta la muerte. Ed. Jaime Robert, Zaragoza, 2003: 81-102. y Dolto C. « Apport de l’haptonomie périnatale à la médicine d’enfants: témoignage clinique ». Les Dossiers de l’Obstétrique 1988; 155: 3-11.

** Belaiche R. « Acerca de la paternidad en el contexto del acompañamiento afectivo haptonómico perinatal”. En: “El acompañamiento afectivo haptonómico desde la concepción hasta la muerte". Ed. Jaime Robert, Zaragoza, 2003: 103-133.